25 Enero 2005
Hoy hemos llegado a Frankfurt. Podría haber sido un vuelo cojonudo si no fuera porque era la primera vez que volaba y he gritado en el despegue y en el aterrizaje. Creo que incluso el piloto se ha reído de mi. Menos mal que me vuelvo en coche, porque sería muy vergonzoso montarme en el avión de vuelta y que me tocara la misma tripulación.
Al comprar los billetes, ninguno de los cinco lumbreras que vamos en esta expedición le dio por comprobar si había más de un aeropuerto en Frankfurt de Meno. Estamos en uno que sólo está a 140 klm de la ciudad. Somos unos máquinas organizando viajes.