Hoy ha sido una mañana de lo más peculiar. He ido a dar una vuelta al lago que hay por aquí cerca para que me de un poco el aire fresco, y un viejo me ha echado la bronca del siglo porque he pisado un trozo de pan que le había tirado a los pajarillos de la zona.
Para ponernos en situación, diré que estoy malo con la gripe, o algo parecido porque ya llevo demasiados días para que sea una gripe común, y que esto está acabando con mis ganas de vivir, de hecho, ha habido días en los que pensaba que iban a ser el último, y casi lo hubiera deseado, porque la fiebre, el dolor de cabeza, el sudor y el frío eran demasiado para un tirillas como yo.
Las personas que dicen que han tenido experiencias cercanas a la muerta hablan de un túnel, pues no mienten, las últimas tres noches las he pasado en ese mismo túnel, durmiendo en una tienda quechua, a una altura media entre la luz y el otro extremo, el de los vivos, teniendo pesadillas febriles, sudando y tapado con un edredón pequeño, y con la sensación de cada noche desmontaba la tienda y la volví a montar un poco más cerca de la luz.
Con esto solo quiero decir que ahora mismo no me siento un ser especialmente simpático, pero eso tampoco significa que vaya por ahí pisando el pan de los pájaros por pura maldad.
La razón por la que he pisado el pan, porque lo he pisado queriendo, es que quería ayudar a estos animales. Entiendo que este abuelo se haya mosqueado, pero debería de entender la razón. Imagínate que eres un gorrión y viene un abuelo y te tira un trozo de pan del tamaño de un autobús, así tal cual. A ver, yo que soy bastante mosqueón, si fuera un gorrión me tiraría a los ojos del abuelo para intentar dejarlo ciego, como mínimo. Joder, que tampoco es tan complicado, un gorrión es un pájaro pequeño, no le puedes tirar un puto bollo entero, además no era un bollo mojadito en leche y fácilmente desmontable, no, era el típico bollo ladrillo o arma blanca, coño, que lo he tenido que pisar varias veces para partirlo.
Los seres humanos somos capaces de mandar un tío a la luna, pero incapaces de pensar en algo tan básico como esto, animal pequeño, trozo pequeño.
También es posible que este señor sea gilipollas y disfrute viendo como los animales ven la comida, pero no se la pueden comer ni llevar. Las probabilidades de que un gorrión pille con su pico un trozo de pan del tamaño de una zodiac y se lo lleve VOLANDO a su nido son jodidas, por no decir inexistentes. No sé, llamadme idiota, pero creo que si el tamaño de cualquier comida, ya seas humano, pájaro o lo que sea, supera tu altura y no se puede trocear, estás ante un marrón de proporciones épicas y deja de ser, comida.
El viejo podría haber tirado trocitos pequeños y hacer la vida de estos animales más sencilla, viendo como se los llevan a sus nidos y los reparten con sus familiares, o por el contrario, tirarles un submarino de pan y ver como los pobres se quedan alrededor del mismo diciendo, ¿Cómo carajo le cuento yo a mi pájara y a mis 6 gorriones hambrientos, que he encontrado comida para todo el invierno, pero la he tenido que dejar en el suelo? Eso no se lo creé ni una pájara.
Yo quería hacer mi buena acción del día, y el viejo a empezado a decirme muchas cosas de las cuales solo he entendido “asshole”, o solo me decía eso, pero con acentos distintos y como si fuera una metralleta.
Bueno, que le den por culo al viejo, los pájaros hoy van a poder llevarse su trozo de pan a casa, coño, que estamos cerca de navidad, y si mañana paso y está otra vez el tirabollos con la misma dinámica, pillo el bollo y se lo tiro a la cara o al lago, ya veremos cómo me pilla de ánimos, porque esta “gripe” esta acabando con mi buen humor.